20 May 2022
Ya ha llegado la esperada primavera, el sol comienza a calentar, pero todavía no a quemar, las flores ya han florecido y lo que parece un tiempo idílico para los alérgicos del polen es todo un desafío. Y es que estos días tan primaverales son una auténtica odisea para los que no pueden con el polen y muchos optan por quedarse en casa porque ni aun con las medicaciones recomendadas esta partícula primaveral les deja disfrutar.
Pero, ¿Qué es el polen? El polen es una partícula reproductora emitida por el genital masculino de las flores con el objetivo de fecundar las flores femeninas para la formación del fruto. Durante el periodo de polinización, una sola planta produce miles de granos de pólenes. Con el viento, el polen puede alcanzar largas distancias.
Para las personas alérgicas a los pólenes el contacto con el polen provoca una respuesta de su sistema inmunitario. Los síntomas comunes son conjuntivitis: Lagrimeo, picor, enrojecimiento ocular. Rinitis: Estornudos, picor, congestión y goteo nasal. Asma bronquial: dificultad respiratoria, tos, pitos, sensación de opresión torácica que va ligado a la fatiga y cansancio.
Existen una serie de destinos donde la naturaleza y el clima vencen al polen y son los ideales para los alérgicos de esta partícula:
Nada mejor que los días secos si lo que se busca es que los alérgicos acaben por odiar la primavera: resulta que esos días son los que tienen mayor concentración de pólenes en el aire. Por eso la playa se presenta como un destino más apetecible que nunca: el ambiente húmedo evita los altos niveles de gramíneas, y ya que hay que hacer el esfuerzo de huir del polen, qué mejor que buscar una playa de postal.
Si además en ese lugar hay opciones de ocio nocturno, mejor que mejor: resulta que el polen se libera únicamente durante el día, así que en esta estación los alérgicos ‘están obligados’ a ser algo noctámbulos. Encontrarás esa perfecta combinación de playas paradisiacas y fiesta nocturna en muchos lugares de España. Una de las posibilidades con las que acertarás sí o sí es Ibiza.
Si lo que prefieres es rodearte de naturaleza, la cordillera Cantábrica, Galicia y los pueblos del Alto Pirineo de Navarra son ideales para personas que sufren de rinitis alérgica. En estos lugares la lluvia es constante, por lo que la cantidad de polen en el ambiente disminuye. Además, aportan la humedad del Atlántico y el Cantábrico, lo que ayuda a no acentuar los síntomas. Los paisajes naturales que pueden ofrecerte estos lugares, ¡no te dejarán indiferente!
Un lugar donde los alérgicos están a salvo de los maléficos efectos del polen son las cuevas. Y no en sentido metafórico sino literal. En ellas hay humedad, oscuridad y, sobre todo, no hay plantas, así que todos los obstáculos quedan salvados. Sólo que además se puede aprovechar para hacer un tipo de turismo que puede que nunca se nos hubiera pasado por la cabeza de otra forma. Y eso que el espeleoturismo se está poniendo de moda. Tanto que encontrarás pocas cuevas que no cuenten con un experto guía con el que descubrir esas catedrales subterráneas que tienen mucho de mágico.
Para evitar que el polen te estropee la semana siempre se recomienda evitar las salidas al campo y las actividades al aire libre los días en que la concentración de polen en el aire es elevada. Proteger los ojos con gafas de sol y cubrir la nariz y la boca con una mascarilla los días de alta polinización. Ventilar la habitación al atardecer y realizar pulverizaciones de agua antes de acostarse. Mantener las ventanas de su dormitorio cerradas. Evitar tender la ropa al aire libre durante la época de polinización. Y siempre y cuando los síntomas de la alergia aparezcan, consultar con su médico, si es necesario derivará al especialista.
Siguiendo las medidas de prevención y ahora que sabes cuales son los destinos antipolen no permitas que esta partícula gane la batalla y sigue disfrutando de la primavera.
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