Ecoturismo de vértigo, los pueblos rurales más elevados de España
Pasando por Ronda en Andalucía hasta Medinaceli en Soria, Cehegín en Murcia o Lastres en Asturias, estos son los pueblos rurales para afrontar el vértigo en España.
Siempre hemos asociado el vértigo como una sensación negativa. Si nos quedamos en la teoría el vértigo es una sensación de movimiento o giros que a menudo se describe como mareo. De hecho, las personas con vértigo sienten como si realmente estuvieran girando o moviéndose, o como si el mundo estuviera girando a su alrededor causando una emoción negativa.
Ahora bien, Ecoturistas, si dejamos la teoría a un lado y pensamos en la práctica, desde ecoturismo.com os invitamos a afrontar esa sensación extraña de vértigo para descubrir lo que hay más allá: el mundo visto desde las alturas. Y eso también produce una sensación de calma, de tranquilidad y autosuperación. Por eso en el post de hoy, os dejamos los mejores pueblos rurales de vértigo en España para poder seguir sintiendo tremendas emociones.
Ronda, Málaga
Ronda, Málaga // Crédito: pinterest.es
Rondase asienta sobre una meseta cortada por un profundo tajo excavado por el río Guadalevín, al que asoman los edificios de su casco histórico. Para salvar este corte, se construyó el puente Nuevo cuyos cimientos se elevan a uno 100 metros de altura, lo que le han convertido en una de las fotos más icónicas de la localidad.
Tiene más de 30.000 habitantes sin ningún miedo a las alturas porque desde luego hay calles desde las que no es difícil sentir vértigo. Eso le confiere a la ciudad una panorámica pintoresca que, unida a la variedad de monumentos que posee, a su entorno natural y a su cercanía a los grandes centros del turismo de masas de la Costa del Sol, ha convertido a Ronda en un centro turístico notable.
Para los más aventureros la empresa, Aventura Ronda, aporta multitud de actividades ecoturísticas para realizar, desde barranquismo, espeleología, vías ferratas o senderismo hasta piragua o paddle surf.
Casares, Málaga
Casares, Málaga // Crédito: agromagazine.com
No nos movemos de Málaga para desplazarnos a Casares. El lugar de nacimiento de Blas Infante, considerado el ‘Padre de la Patria Andaluza’, está en el oeste de la provincia de Málaga, muy cerca ya de la bahía de Cádiz. Sus peculiares y escarpadas callecitas, con sus típicas casitas blancas, hacen que Casares tenga la denominación de pueblo colgante. Tiene algo más de 5.000 habitantes.
En su cúspide, el castillo medieval sobresale entre los tejados blancos. Destacan también otros monumentos como la Iglesia de la Encarnación, la Casa Natal de Blas Infante o los Baños de la Hedionda. Todo el pueblo está declarado como Conjunto Histórico-Artístico. Como curiosidad se puede decir que una fotografía de Casares está disponible en los fondos del tema España del Sistema Operativo Windows 7 de Microsoft.
EcotourCasares es una empresa especializada en turismo responsable y de medio ambiente de Casares que ofrece rutas en bicicleta o caminando además de la espeleología y para lo más aventureros podéis preguntar por su refugio.
Segura de la Sierra, Jaén
Segura de la Sierra, Jaén // Crédito: guias-viajar
Otro pueblo que nos deja con la boca abierta por su compleja orografía es Segura de la Sierra. Este municipio de casi 2.000 habitantes y más de 1.100 metros de altura es la capital de la Sierra de Segura, en Jaén. Está declarado Conjunto Histórico-Artístico. Situado en pleno corazón del Parque Natural Sierras de Cazorla, Segura y las Villas, donde sus empinadas y estrechas callejuelas nos recuerdan su pasado medieval. En lo alto, como eterno vigía del pueblo, se encuentra su impresionante castillo, desde el que se aprecian unas vistas inigualables.
Tres paradas obligadas son la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora del Collado, el Colegio de los Jesuitos y los Baños Árabes.
Olvera, Cádiz
Olvera (Cádiz) // Crédito: anamoralesblog
En lo más profundo de la provincia gaditana (a más de 100 kilómetros de la capital) se encuentra Olvera, de más de 8.000 habitantes, en el corazón de la serranía de Cádiz. Sus casitas escalonadas están coronadas por una gran iglesia desde la que se puede divisar toda la comarca. Sus casitas de cuento se colocan ordenadamente sobre la colina que ocupa este idílico lugar.
Hemos comprobado que Andalucía es la comunidad autónoma más vertiginosa de España pero también podemos afrontar las alturas y estar un poquito más cerca del cielo gracias a los siguientes pueblos rurales:
Alcalá del Júcar, Albacete
Alcalá del Júcar, Albacete // Crédito: lacerca
Alcalá del Júcar, en la provincia de Albacete, está situado en la ladera de una montaña por donde pasa rodeándolo el río Júcar. Sus casas encaladas, se muestran en escalones por la ladera de la montaña, e incluso algunas excavan la montaña en forma de casas-cuevas. Por si esto fuera poco, en su cima se encuentra su castillo, lo que dibuja una de las estampas más bonitas de la provincia de Albacete.
Esta villa albaceteña, declarada Conjunto Histórico-Artístico, tiene en el turismo su principal fuente de ingresos junto a la agricultura. Su situación orográfica y el paso del Júcar lo hacen único. Como curiosidad, por este pueblo de 1.300 habitantes pasa una variante del Camino de Santiago.
Medinaceli, Soria
Medinaceli, Soria // Crédito: elrincondesele
Declarado Conjunto Histórico Artístico en 1964 y ganador del Premio Municipio Turístico de la Provincia de Soria en dos ocasiones.
Enclavado en la montaña a 1210 m. de altitud en el Alto Jalón y ubicado entre las cuencas del Duero, del Ebro y del Tajo en las estribaciones del Sistema Central, con magníficas vistas al Sistema Ibérico y al camino Cidiano del Valle del Arbujuelo, Medinaceli es un pueblo que nunca se olvida.
Es necesario caminar sin rumbo para descubrir calles pasadizo, calles cortavientos, estrechas calles que puedes rozar con los dedos de ambas manos sin apenas estirar los brazos. Este paseo en el tiempo es un paseo por la historia, que nos llevará por murallas, arco romano, mosaicos, palacios, iglesias, conventos, nevero…
Cehegín, Murcia
Cehegín, Murcia // Crédito: traveler.es
Desde ecoturismo.com somos muy seguidores de esos pueblos rurales con encanto y ya anunciamos su candidatura como mejor villa turística rural "Best Tourism Village", que otorga la Organización Mundial del Turismo (OMT), por eso y dada a su altitud tenía que estar en la lista.
Desde, 1982 el casco antiguo de Cehegín fue declarado Conjunto Histórico por el Ministerio de Cultura así que podemos hacernos una idea también del atractivo de este vertiginoso municipio murciano de unos 16.000 habitantes. Los ríos Quípar y Argos surcan su término municipal haciéndolo si cabe más escarpado.
Desde ecoturismo.com os aconsejamos pasear frente al Palacio de Jaspe (actual ayuntamiento), por la Plaza del Castillo o la Ermita de la Concepción.
Lastres, Asturias
Lastres, Asturias // Crédito: queverenasturias.es
Situada en la parte menos vertical de un altivo acantilado, la villa porteña de Lastres está formada por blanco caseríos que de forma escalonada van descendiendo hasta el puerto a través de calles estrechas y empinadas. Sus casas a dos alturas con balcones de madera al vacío, no son aptos para los que padezca del mal de altura. Pero si superar tus miedos las mejores vistas de Lastres las tienes desde el Mirador de San Roque.
Castellfullit de La Roca, Girona
Castellfullit de La Roca (Girona) // Crédito: es.turismegarrotxa.com
Castellfullit de La Rocaes un municipio de casi mil habitantes es uno de los más pequeños de España en extensión (tan solo 1 kilómetro cuadrado) y en él podemos encontrar la única cantera activa de basalto de toda España. El pueblo está asentado en un riscal basáltico a más de 50 metros de altura y de casi un kilómetro de longitud. Este riscal basáltico es la consecuencia de la acción erosiva de los ríos Fluviá y Toronell sobre los restos volcánicos de hace miles de años.
Se localiza junto al Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa y como curiosidad descubrimos el perfil de la iglesia y las casas que cuelgan del precipicio son una de las imágenes más fotografiadas de Cataluña.
La Sierra de Tramuntana esconde pequeños pueblos entre sus colinas como es el caso de Deià. Con poco más de 700 habitantes, las casitas de piedra y techo de terracota del pueblo se aferran fuerte a la montaña. Aunque su término municipal tiene salida al mar, su núcleo de población está a cinco kilómetros de la costa, asomado desde la vertiginosa Sierra de Tramontana.
Su corazón: la iglesia antigua, construida en lo alto de un precipicio. Poetas como británico Robert Graves encontraron en este paraje bohemio su gran inspiración.