Casas prefabricadas, el último ‘boom’ de la construcción sostenible
Estas casas prefabricadas están diseñadas para consumir menos energía y agua por lo que el grado de ahorro se alcanza con el material aislante de la misma casa.
El último informe realizado por el Banco de España alerta sobre la situación económica de los jóvenes, ya de por sí delicada, que se ha agravado durante la pandemia. En el informe "La crisis de la covid-19 y su impacto sobre las condiciones económicas de las generaciones jóvenes", el organismo avisa de que el 35% de los menores de 30 años no tiene ingresos.
Asimismo, la proporción de individuos jóvenes que poseen su vivienda de residencia a los 30 años ha ido disminuyendo para los nacidos a partir de 1980: mientras que el 26% de los nacidos en 1976 poseían su vivienda principal, el porcentaje entre los nacidos en 1988 era apenas del 7%. El alquiler de los pisos hace que casi la mitad de los sueldos desaparezcan y por consecuencia no haya ahorros suficientes para ir forjando un futuro.
Ante todas estas dificultades agravadas por la pandemia nace un nuevo ‘boom’ que está suponiendo un aliciente para el sector de las casas prefabricadas, que se ven como una alternativa rápida y barata para disfrutar de una propiedad en un entorno, normalmente rural, alejado de las aglomeraciones y las grandes ciudades. Así, en los últimos meses han ido surgiendo novedades y éxitos de venta. Es el caso de esta casa prefabricada que se vende enAmazon.
Esta casa prefabricada ha cautivado a los clientes de Amazon en los últimos días. Así, la empresa que la comercializa,Allwood, ya ha avisado de que no hay stock disponible, pero que espera reponer nuevas unidades este mes de abril. No obstante, solo se vende en EEUU. Este modelo tiene 17 m2 de superficie, que se distribuyen en dos habitaciones, cocina y baño. Está fabricada en madera maciza nórdica y se entrega desmontada, pero la compañía asegura que se puede armar en dos días. Tiene un precio de 8.000 euros.
Desde ecoturismo.com hablamos con Raquel Cordón Ezquerro, una joven de 28 años, natural de un pueblo de La Rioja, Pradejón, que decidió tomar las riendas de su vida y está embarcada en la realización de un proyecto de construcción de una casa prefabricada en su pueblo que es donde quiere seguir viviendo.
Sobre la opción de una casa prefabricada antes que una de obra, Cordón cuenta que “principalmente me ofrece las mismas comodidades de una casa de obra, en menos tiempo, más barata y con ciertos materiales reciclados y/o reciclables”, además deja claro que “es una manera económica para poder tener una casa, sea tanto en el pueblo como en una ciudad. Yo que soy una persona solo conviviendo, no podría enfrentarme a todos los requisitos económicos que requiere un piso o una casa”.
Cordón explica que hay muchos tipos de casa prefabricadas como, por ejemplo, de madera, o de materiales incluso totalmente reciclados. “Considero que es un modo de vida más sostenible que una casa de obra, ya que todos los materiales tienen vida útil y creo que en un futuro es más fácil darte salida a los de una casa prefabricada que a los de una casa de obra”
Sobre el impacto en el medio ambiente Cordón es muy clara. “Es mínimo porque este tipo de casas está a la última en lo que respecta a las energías renovables, en mi caso, por ejemplo, la calefacción está implantada a través de aerotermia (aprovechamiento del aire para generar energía)”.
Pero es cierto que este tipo de construcciones es un mundo desconocido, que poco a poco está conociéndose, pero ante todo “es una casa fácil de adquirir, ya no solo por el tiempo que cuesta fabricarla y construirla que puede ir entre los cinco u ocho meses en función a lo grande que sea, mientras que una casa de obra mínimo se tarde un año, sino que además es asequible sobre para los pueblos y las zonas rurales es un punto a favor porque no requiere grandes maquinarias para su construcción durante mucho tiempo, y el deterioro de la zona y los hábitats cercanos en mi opción es mucho menor”.
Gran parte de la sostenibilidad de las casas prefabricadas se basa en su alta eficiencia. Esto significa que están diseñadas para consumir menos energía, y también menos agua. Ese grado de ahorro se alcanza con un gran espesor de material aislante en la envolvente del edificio. También con un equipamiento que funciona con menos electricidad, y menos caudal de agua.
Llegados a este punto, es fácil entender que estas viviendas ecológicas tengan paneles solares (térmicos y fotovoltaicos), y/o aerogeneradores. Y si el grado de sostenibilidad es muy alto, entonces vendrán equipadas con instalación de recogida de aguas pluviales, incluso con reciclado de aguas grises.
La oferta de casas prefabricas de procedencia española también ha crecido en los últimos meses, a raíz del aumento del interés en este tipo de viviendas. Así, se han ido presentado nuevas alternativas que están pensadas para disfrutar de los entornos rurales. Sin embargo, los precios de estas novedades no pueden competir con la propuesta de Amazon. No obstante, cabe decir que estas propuestas son de mayor tamaño y se entregan montadas.
Liten, la casa prefabricada que sale de la Lanzadera de Juan Roig
Liten es una de las últimas novedades del mercado español, que nace de la aceleradora de empresas Lazadora de Juan Roig, el dueño de Mercadona. Se trata de vivienda prefabricada de 30 metros cuadrados que puede ser instalada prácticamente en cualquier lugar teniendo un mínimo impacto sobre su entorno. Sin embargo, está pensada para ofrecer una solución habitacional rápida y sostenible al turismo rural. Su precio rondaría los 39.000 euros.
Se trata de una cabaña que se construye en fábrica, se transporta hasta el lugar deseado y se instala en el mismo día. Además, está construida utilizando materiales resistentes y de calidad, como la madera, escogida por ser la mejor solución para su uso con el menor impacto posible en el medioambiente. Respecto al diseño, la compañía explica que Liten es personalizable, escogiendo entre diferentes acabados para adaptarse al entorno y a las preferencias de su comprador.
El proyecto Tiny Home de casas prefabricadas
El estudio de arquitectura madrileño Delavegacanolasso y Ricardo de Zulueta, consultor estratégico en New York, han puesto en marcha el proyecto Tiny Home: pequeñas casas prefabricadas para volver al campo, que ofrece un refugio prefabricado de 32 metros cuadrados para escapadas de fin de semanas por 28.000 euros.
Estás casas incluyen un baño completo, cocina, mobiliario integrado en madera de pino, iluminación LED integrada, enchufes, interruptores y tomas. Además, tiene depósito de agua de 1000 litros, una instalación con batería y una fosa séptica de 2000 litros. Así, estos modelos son totalmente autosuficientes, pero la compañía da la opción de conectarse al agua, luz y saneamiento de la parcela donde se vaya a instalar. Lo que no incluye son es colchón, cojines, butacas u otros elementos decorativos adicionales.
Estas casas prefabricadas se construyen totalmente en fábricas y el cliente la recibe en camión completamente hecha en un plazo medio de 2 meses desde el momento de la compra. Se pueden colocar en cualquier parcela, ya sea como vivienda o como edificación auxiliar a una vivienda existente. Y si la opción elegida es la autosuficiente, habrá que instalar la fosa séptica enterrada, los paneles solares y el depósito de agua, lo que necesitará de unos 2-3 días. El posible movimiento de tierras o de colocar una solera debajo no estaría incluido en el precio.
El "refugio para el fin de semana" del estudio Ágora Arquitectura
Esta pequeña casa prefabricada de 40 m2 como su propio nombre indica está pensada para que sirva como un refugio para una escapada de fin de semana. A la venta por 30.000 euros, se puede instalar en cualquier entorno rural, pues se transporta en camión.
El refugio presenta tres zonas diferenciadas. En la parte frontal se encuentra la sala y la cocina que se abren al exterior gracias a unas puertas correderas de cristal. La parte posterior, con dos espacios para dormir y uno para almacenar, es la zona más íntima de la casa. Y, en la parte intermedia, se sitúa una barra de servicios pasantes dotando al conjunto del confort de algunos bungalows adyacentes.
Orientada al sur, las tres grandes correderas de la casa combinan dobles acristalamientos bajo emisivos, de manera que en invierno se reducen las pérdidas de calor y en verano, se genera sombra gracias a un sistema de control solar que utiliza unas sencillas persianas enrollables.
Ya lo decía Mario Benedetti, “la vivienda no es sólo un bien inmobiliario, es también una forma de consolidación espiritual.” Ahora Ecoturistas, ya tenéis la teoría solo falta consolidarlo.