La Comunitat Valenciana es tierra de contrastes, donde el mar y la montaña se unen para brindarnos paisajes de los que se obtienen los productos más únicos y deliciosos. Esta tierra tan fértil, a la que los valencianos cariñosamente llaman “la terreta”, no es solo un delite para la vista sino una fiesta para todos los sentidos, donde los sabores de la gastronomía local nos conectan directamente con la historia, la tradición y el respeto por el medio ambiente.
Y es que en cada rincón se puede ver la diversidad de la cocina valenciana, ya sea en un plato sencillo elaborado con productos frescos de la huerta o en un sofisticado menú preparado por un chef con estrella Michelin. El secreto está en la calidad de los ingredientes que proporciona la tierra, la tradición que refleja una historia viva a lo largo del tiempo, y una creciente conciencia sobre la importancia de preservar el entorno y los métodos de producción sostenible.
El valor de lo local
La gastronomía valenciana es un reflejo de su territorio, clima y de su gente. Aquí, los productos de proximidad juegan un papel crucial: el arroz, las naranjas, el aceite de oliva, el vino y las verduras frescas, son solo algunos de ellos. Estos ingredientes son propios de la dieta mediterránea, la cual enriquece el paladar y respalda una cadena de valor que beneficia a los productores y agricultores locales, quienes a su vez preservan la cultura rural de la región.
El programa Creaturisme impulsado por Turisme Comunitat Valenciana, es importante en la promoción de estas experiencias. Promover un turismo centrado en vivencias y cuidado del entorno, diversifica la oferta turística valenciana con actividades especializadas como ecoturismo, enoturismo, agroturismo y observación de aves. Los turistas tienen la oportunidad de disfrutar de actividades que combinan la diversión al aire libre con la cultura local. A continuación, te proponemos una excelente selección de experiencias con las que descubrir la riqueza culinaria valenciana de manera responsable y cercana:
En Banyeres de Mariola, en la provincia de Alicante, encontrarás una de las experiencias más revitalizantes de la Comunitat Valenciana, donde se combina el agroturismo con el bienestar personal. En este entorno incomparable de la Sierra Mariola, podrás disfrutar de un masaje relajante con aceites naturales, diseñado para reducir el estrés y mimarte. Pero la experiencia no termina aquí. La oferta gastronómica es biogourmet, reflejando en cada plato un compromiso con la sostenibilidad y la salud. Desde una paella de verduras con arroz integral hasta un risotto de shiitake o un tempé thai, se utilizan ingredientes de temporada y procedentes de la agricultura ecológica, asegurando un menú equilibrado y rico que beneficia tanto al cuerpo como al planeta.
Este equilibrio entre descanso y cocina es el ejemplo perfecto de cómo el ecoturismo en la Comunitat Valenciana brinda no solo una experiencia gastronómica increíble, sino también una estrecha relación con la naturaleza y el bienestar personal.
Para los amantes de la alta cocina y los vinos ecológicos, la escapada a Bocairent es una parada imprescindible. Este encantador pueblo, situado en el corazón de València, invita a pasear tranquilamente por sus calles empedradas entre sus preciosos paisajes de viñedos. Además, en Fontanars dels Alforins, a poca distancia de Bocairent, se encuentra una centenaria bodega que practica la viticultura ecológica y biodinámica, donde conocer el proceso de producción del vino respetuoso con el medio ambiente.
Por si fuera poco, en el restaurante L’Escaleta, premiado con dos estrellas Michelin y ubicado en Cocentaina (a una escasa media hora de Bocairent), la experiencia culinaria alcanza su punto álgido cuando el chef Kiko Moya convierte los sabores autóctonos en un menú degustación de doce pases que despiertan los sentidos. Durante todo este viaje tendrás la oportunidad de alojarte en el casco antiguo de Bocairent, con un desayuno casero de productos locales que enriquecerán esta escapada, brindando una estancia genuina y con conciencia.
Elche, en la provincia de Alicante, ofrece otra joya del agroturismo valenciano. Su singular entorno rural se caracteriza por los cultivos de granados, cítricos y huertos de palmeras. Esta experiencia te permitirá conocer de primera mano la herencia agrícola de la zona. Recorriendo una preciosa ruta, podrás explorar la almazara de El Tendre, la más antigua del Baix Vinalopó, y degustar su preciado aceite de oliva virgen extra, un símbolo de la rica tradición olivarera de la región. También descubrirás las bodegas Faelo, donde el vino se sigue elaborando de manera artesanal, preservando técnicas centenarias que han pasado de generación en generación.
La experiencia incluye también una visita al Museo de Puzol, reconocido por la UNESCO por su labor en la conservación de la tradición etnográfica local, lo que hace de este viaje una inmersión total en la cultura, la historia y los sabores de Elche.
La importancia del ecoturismo: un viaje a través de sabores auténticos y sostenibles
El ecoturismo no solo representa una manera de viajar más consciente, sino que también es un motor de desarrollo económico y social para las comunidades locales. En la Comunitat Valenciana, un número creciente de empresas están implementando acciones sostenibles y participando en programas como Creaturisme o L’Exquisit Mediterrani, los cuales promueven un turismo que respeta el entorno y que valora la autenticidad.
El agroturismo permite que las personas reconecten con la tierra y con los procesos de producción que sostienen nuestra rutina diaria. Visitar una bodega ecológica, aprender a elaborar aceite de oliva o simplemente disfrutar de una comida biogourmet con productos locales, son experiencias que no solo alimentan el cuerpo, sino también el alma.
Desde la huerta hasta la mesa, cada bocado cuenta una historia de esfuerzo, dedicación y respeto por la tierra. Si te animas a descubrir estos sabores únicos, no dudes en visitar la web de Creaturisme y explorar las numerosas actividades que te esperan en esta tierra tan rica y diversa.
¡Te esperamos con los brazos abiertos y la mesa servida!