Cultivar tu propio huerto ayuda a prevenir el cáncer y mejorar la salud mental
Según un estudio en el que ha participado el Instituto de Salud Global de Barcelona ha constatado que gracias al huerto se come más fibra, hay más actividad física y padecen menos estrés.
17 January 2023
Cuidar tu propio huerto puede ayudarte a prevenir el cáncer //Crédito: iberdrola
Si eres un fanático de los huertos y tu hobby es plantar y recolectar tus propios productos frescos, eres un privilegiado, dado que la jardinería y cultivar huertos ayuda a reducir el riesgo de cáncer y mejora la salud mental, según un estudio en el que ha participado el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), que ha constatado que los hortelanos comen más fibra, hacen más actividad física y padecen menos estrés y ansiedad.
El estudio, que publica la revista "Lancet Planetary Health", ha sido dirigido por un equipo científico de la Universidad de Colorado Boulder en colaboración con el ISGlobal, centro impulsado por la Fundación La Caixa.
"Estos hallazgos proporcionan evidencia concreta de que la jardinería comunitaria podría desempeñar un papel importante en la prevención del cáncer, las enfermedades crónicas y los trastornos de salud mental", ha destacado Jill Litt, autora principal del estudio, investigadora de ISGlobal y profesora del Departamento de Estudios Ambientales de la Universidad de Colorado Boulder, en declaraciones recogidas por Efe.
Litt ha dedicado gran parte de su carrera a buscar formas asequibles, escalables y sostenibles de reducir el riesgo de enfermedades, especialmente entre las comunidades con rentas bajas.
Algunos pequeños estudios observacionales han revelado que las personas que cultivan un huerto tienden a comer más fruta y verdura y a tener un peso más saludable, pero no está claro si las personas más sanas tienden simplemente a cultivar un huerto o si la jardinería influye en la salud.
Según Litt, solo tres estudios habían aplicado un ensayo controlado aleatorizado, pero ninguno se había centrado específicamente en la jardinería comunitaria.
Por eso, los investigadores reclutaron a 291 adultos de la zona de Denver (Colorado, Estados Unidos) que no practicaban la jardinería, con una media de edad de 41 años, y más de la mitad de hogares con bajos ingresos.
La mitad de los voluntarios los asignaron al grupo de jardinería comunitaria, mientras que la otra mitad constituyó un grupo de control que debía esperar un año para empezar a cultivar un huerto.
Ambos grupos hicieron encuestas periódicas sobre su ingesta nutricional y su salud mental, se sometieron a mediciones corporales y llevaron monitores de actividad.
Así, los investigadores vieron que los participantes del grupo de jardinería consumían, de media, 1,4 gramos más de fibra al día que los del grupo de control, lo que supone un aumento del 7%.
Los autores señalan que la fibra ejerce un profundo efecto en las respuestas inflamatorias e inmunitarias, e influye en todos los aspectos, desde cómo metabolizamos los alimentos hasta la salud de nuestro microbioma intestinal y la susceptibilidad a la diabetes y ciertos tipos de cáncer.
Además, este grupo también aumentó sus niveles de actividad física en unos 42 minutos a la semana. Los participantes en el estudio también vieron cómo disminuían sus niveles de estrés y ansiedad.