Implicación directa de Latinoamérica con el oso de anteojos
El oso andino o de anteojos (Tremarctos ornatus) es la única especie de úrsidos que habita en Sudamérica en Colombia, Bolivia, Ecuador, Perú y Venezuela.
28 February 2024
Fundación Wii
El oso andino o de anteojos (Tremarctos ornatus) es la única especie de úrsidos que habita en Sudamérica. Los científicos lo describen como carismático, pero esta cualidad no lo ha salvado de estar considerado en peligro en Venezuela y en Bolivia, así como una situación de vulnerabilidad en Colombia, Ecuador y Perú, de acuerdo con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), organismo que señala que es probable que algunas poblaciones de este mamífero también se encuentren en el norte de Argentina.
Esta especie, que también recibe los nombres de oso frontino, ucumari y jucumari, enfrenta varias amenazas. La pérdida de su hábitat es la más preocupante, aunque también están la caza y los conflictos con los humanos cuando ingresan a campos de cultivo en busca de alimentos.
En el Día Internacional para la Protección de los Osos del Mundo, celebrado el 21 de febrero, Mongabay Latamofrece una visión de los esfuerzos de conservación de las poblaciones de osos de anteojos que se realizan en cuatro países de Sudamérica: Colombia, Venezuela, Perú y Bolivia.
Colombia: trabajo con las comunidades
Para proteger y conservar al oso de anteojos, la Fundación Wii trabaja con comunidades en el departamento de Huila, al sur de Colombia. “Con las comunidades tenemos un proceso de monitoreo en zonas donde antes se presentaba un nivel de conflicto o de interacción negativa por los cultivos de maíz”.
La Fundación Wii trabaja con comunidades en proyectos de conservación del oso de andino // Fundación Wii
La bióloga de vida silvestre Adriana Reyes, de la Fundación Wii, resalta la importancia de la conservación de los osos andinos para la salud del bosque. La bióloga explica que si bien esta especie es omnívora —consume vegetales y carnes—, su principal fuente de alimentación son las frutas, por tanto, es un gran dispensador de semillas que favorece el mantenimiento de los bosques.
Reyes explica que el oso de anteojos es considerado el jardinero del bosque por su gran capacidad como dispersor de semillas, pero también porque al desplazarse abre claraboyas que dejan pasar la luz del sol a través de los árboles, lo que favorece a las plántulas en su crecimiento. Además, al ayudar a mantener los bosques, la especie contribuye a la regulación de los ciclos hídricos.
Desde el año 2011, la Fundación Wii monitorea a esta especie a través de cámaras trampa, lo que ha permitido a los investigadores entender sobre la ecología de la especie. Reyes menciona que con estas imágenes han determinado, por ejemplo, que no existen épocas marcadas para el nacimiento de las crías, sino que ocurre durante todo el año.
Venezuela: protegido por un sistema de parques nacionales
En Venezuela, al oso de anteojos se le conoce como oso frontino y su situación es más compleja que en el resto de Sudamérica, pues en este país está considerado En Peligro.
Lo positivo de los últimos años, comenta Marcos Hidalgo, director del Proyecto Oso Andino Guaracamal, es que la mortalidad por cacería se ha reducido. También comenta que otro paso a favor de la conservación de esta especie en Venezuela ha sido que la mayor parte de su hábitat está bajo alguna figura de protección, principalmente parque nacional.
Para Hidalgo, la creación del Parque Nacional Ramal de Calderas—de 500 kilómetros cuadrados o 50 000 hectáreas— en el año 2021 fue un gran avance porque permitió concretar el corredor central de conservación del oso frontino.
Para aportar en la conservación del oso frontino, el Proyecto Oso Andino Guaracamal trabaja con comunidades del estado de Trujillo, impulsando programas de educación rural comunitaria y promoviendo actividades compatibles con la conservación, pero que al mismo tiempo sean sustentables y apuesten al desarrollo a escala local para mejorar la calidad de vida de las personas.
Uno de sus programas se denomina “Oso, gente y café”, y busca promover la caficultura orgánica en las zonas de conexión entre los parques nacionales. Los primeros resultados positivos ya se empiezan a mirar. Por ejemplo, se han construido las dos primeras secadoras para café y se están impartiendo cursos de capacitación para producir abonos orgánicos, entre otros avances.
Otra de las actividades que realiza el Proyecto Oso Andino Guaracamal es el monitoreo con cámaras trampa que, en los últimos siete años, les ha permitido crear una base de datos con más de 30 000 registros. Los equipos han sido colocados por lo menos en tres áreas protegidas, el Parque Nacional Ramal de Caldera, el Parque Nacional Guaramacal y el Monumento Natural Teta de Niquitao-Guirigay.
Perú: monitoreo de osos en Machu Picchu
Unas 200 cámaras trampa han sido colocadas en el Santuario Histórico de Machu Picchu para monitorear a los osos andinos // SBC Perú
En el año 2022, la Sociedad para la Conservación del Oso de Anteojos (SBC, por sus siglas en inglés) empezó un proyecto de monitoreo de esta especie en el Santuario Histórico de Machu Picchu, en Cusco, en el sur de Perú. Hasta ese momento, la institución sólo había trabajado en los bosques secos del norte del país.
El monitoreo con 200 cámaras que se lleva a cabo en Machu Picchu es un estudio que consiste en saber en qué lugares del área protegida hay registros de la especie. Las imágenes están mostrando que la mayor parte del área protegida tiene presencia de osos. Ante ello, el estudio también busca conocer cómo el turismo afecta a la fauna silvestre.
“Empezamos en el 2022 con un monitoreo piloto de 44 cámaras trampas durante tres o cuatro meses. En ese momento registramos alrededor de 20 individuos incluyendo crías. Esto se amplió a un estudio más intenso para el 2023 cuando colocamos 200 cámaras trampa”, explica More.
El siguiente paso en el estudio de Machu Picchu será la colocación de collares para hacer un seguimiento al desplazamiento de los osos, para ello, cuenta More, tienen la autorización del Servicio Nacional de Áreas Protegidas por el Estado (Sernanp).
Bolivia: se amplía el hábitat del oso
El Programa para la Conservación de Carnívoros Andinos tiene el proyecto más grande de monitoreo de osos en Bolivia // Whitley Fund For Nature
En Bolivia, el oso andino —conocido como jucumari— ha pasado de estar considerado en situación Vulnerable a ser catalogado En Peligro. La bióloga Ximena Vélez-Liendo, directora del Programa para la Conservación de Carnívoros Andinos, explica que este cambio se debe a que se ha ampliado el área de distribución del oso andino, y esta extensión ha significado sumar todo el ecosistema del bosque seco interandino, un espacio natural que está críticamente amenazado.
La fragmentación y pérdida de funcionalidad de su hábitat aparece como la principal amenaza en Bolivia, comenta Vélez-Liendo. Una segunda causa de riesgo es la cacería. “Tenemos un proyecto enfocado en reducir la carga ganadera de la montaña, porque es la principal causa de fragmentación y de conflicto. Trabajamos con las comunidades para generar alternativas económicas amigables con la naturaleza que puedan dar valor agregado a estas familias y la posibilidad de coexistir con osos, jaguares, pumas y otras especies”, cuenta Vélez-Liendo sobre los proyectos que realiza el Programa para la Conservación de Carnívoros Andinos.
Otro de los proyectos es el monitoreo de la biodiversidad. “Tenemos el monitoreo de cámaras trampas más grande en Bolivia. Son 1,000 kilómetros cuadrados —100 000 hectáreas— que vigilamos en un lugar con una población de osos que estaba prácticamente al borde de la extinción”, precisa Vélez-Liendo.
“Vamos a lanzar una certificación amigable con el oso andino, un proyecto que hemos trabajado junto con WCS Colombia. Es la primera vez que dos países —Colombia y Bolivia— se han unido para lograr esa certificación que apoya las actividades económicas en las áreas donde habitan los osos para que esos productos puedan tener un sello que los identifique en los mercados de precios justos”, dice Vélez. “En el caso de Colombia son los cafeteros, mientras que en Bolivia es la miel”, finaliza.