Los jóvenes de Manaure, Colombia, promocionan su turismo rural gracias al café
Un proyecto de la Asociación Balcones Cafeteros ya tiene reconocimiento entre la población y ofrece un portafolio innovador, en que se comercializa café especial.
24 May 2022
‘Don Ramón’, el kiosco adornado de coloridos murales, enclavado en la vereda Casa Grande // Crédito: eltiempo
Nos desplazamos hasta Colombia, concretamente en las faldas montañosas de la Serranía de Perijá en Manaure en el distrito de Cesar donde los granos maduros del café orgánico que se cultivan en esta zona se han convertido en semilla emprendedora para un grupo de jóvenes rurales esta localidad.
Un proyecto de la Asociación Balcones Cafeteros ya tiene reconocimiento entre la población y ofrece un portafolio innovador, en que se comercializa café especial, producidos por campesinos de las veredas San Antonio, El Cinco, El Venado, Nicaragua, Canadá y Casa Grande, de este municipio.
El grupo lo integran nueve jóvenes entre los 18 y 28 años, que ofrecen bebidas y platos típicos preparados a partir del café y otros productos amasados por el espíritu empresarial de los lugareños de la región, como el chocolate, maracuyá, limón y vino artesanal.
“Nuestro emprendimiento exalta el trabajo, la pujanza de los campesinos de la región y de los caficultores”, aseguró Tatiana Hernández, representante legal de la Asociación Balcones Cafeteros en declaraciones recogidas por eltiempo.com/colombia.
La actividad económica tiene marca propia: ‘Don Ramón’, un kiosco adornado de coloridos murales, enclavado en la vereda Casa Grande, un lugar de encuentro y conversación mientras se ingiere una taza de café y se transfiere la herencia cultural de este producto.
“El café que ofrecemos es orgánico de alta calidad, elaborado a base de clavito y de canela. También vendemos capuchinos, granizados y torta de café. Al mismo tiempo servimos de vitrina para otros emprendimientos como el vino de mora artesanal que es elaborado por campesinos de este territorio”, recalca Hernández.
Además de los productos de las fincas cafeteras, el lugar es propicio para contemplar la naturaleza. En el lugar se tejen maravillosas historias de quienes cosechan estos frutos, con un valor agregado: impulsa el turismo de este sector, ya que está rodeado de una gran biodiversidad de fauna y flora.
“A la gente que nos visita les explicamos el proceso cafetero, la siembra de este producto que sale de las cosechas de seis fincas certificadas a nivel internacional. También promovemos el turismo porque el futuro de este sector está en el campo”, resalta la joven emprendedora.
La iniciativa demandó una inversión de 40 millones de pesos, financiado por el Gobierno Nacional a través del programa ‘El Campo Emprende’, que lidera el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural.