El coworking rural cobra fuerza en la España Natural

El perfil de los trabajadores que optan por el coworking rural es predominantemente autónomo y freelance y disfrutan de las comodidades del entorno natural.

29 August 2023

Crédito: Nectar, rural coworking&coliving

Desde la pandemia se está experimentando un ‘boom’ o ‘revolución verde’ que conlleva que muchas personas y familias hayan decidido cambiar su estilo de vida y apostar por territorios rurales situados en plena naturaleza para continuar con sus trabajos. 

Dentro de estas acciones o iniciativas resuena el coworking rural. Se podría definir como un espacio compartido -físico o virtual- donde profesionales individuales como autónomos, empresarios o empleados que cuentan con la modalidad parcial o total de teletrabajo, así como pymes o startups pueden desarrollar su actividad en un entorno rural o natural.  

En el Estado español están impulsándose iniciativas destacadas de coworking rural como, por ejemplo, Cowocat Rural en Cataluña. “Esta asociación es un referente en cuanto al coworking rural en Europa. Sus profesionales han viajado a diferentes países europeos, como Alemania, para asesorar iniciativas de este tipo", explica el investigador de los Estudios de Economía y Empresa de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) Carles Méndez, experto en el fenómeno del coworking. 

Otras organizaciones relevantes son la asociación Cowocyl y el proyecto Sierra de la demanda, en Castilla y León, una de las comunidades autónomas más afectadas por la despoblación, junto con Extremadura, Galicia y Asturias. Y, en cuanto a Europa, los países líderes son Bélgica y Alemania, seguidos de Irlanda y los países bálticos. 

Perfil del coworker rural: autónomo y freelance 

Coworking rural

Crédito: Nectar, rural coworking&coliving

El perfil de los trabajadores que optan por el coworking rural es predominantemente autónomo y freelance, a diferencia del coworking urbano, en el que también hay una significativa presencia de trabajadores corporativos. Este tipo de usuarios disfrutan de las comodidades que ofrecen estos espacios en un entorno natural. También, se encuentran trabajadores por cuenta ajena que se pagan el espacio porque quieren trabajar en el pueblo donde normalmente hacen vacaciones.  

Sinergias y riesgos del coworking rural 

El coworking rural puede generar sinergias en los ámbitos social y económico que van más allá de las posibilidades de un espacio de coworking urbano. Atraer talento y profesionales a estas áreas rurales no solo tiene un impacto directo en la generación de riqueza y la actividad económica de los pueblos y comarcas, sino que también tiene un impacto indirecto mediante la creación de servicios y el impulso de la economía local. 

Sin embargo, el coworking rural tiene sus riesgos. El principal es la viabilidad económica. El modelo de negocio de los espacios de coworking en Barcelona o cualquier gran ciudad está focalizado en el alquiler de espacios; solo alquilando los espacios ya tienen suficiente para ser viables económicamente.

Esto mismo no sucede en los coworkings rurales, en los que el número de usuarios es muy inferior al que puede tener un coworking urbano. Para ser una iniciativa viable, puede acogerse principalmente a dos modelos de negocio: "Uno es contar con financiación pública en una gran parte o convertirse en un servicio público en su totalidad. Y el otro es recibir financiación pública de forma parcial o convertirse en una iniciativa privada, en la que el coworking debe 'reinventarse' y ofrecer otros servicios más allá del alquiler de un espacio (por ejemplo, el alquiler de habitaciones, el famoso coliving, servicios a empresas externas, servicios de ocio o restauración, entre otros)". 

Los datos revelan que el coworking rural cobra fuerza en la España Rural.  

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