El delta del Ebro registra 317.425 ejemplares de 96 especies de aves acuáticas
Según el censo invernal, el grupo más numeroso de aves recontadas en el delta del Ebro son los anátidos (181.333 ejemplares, 57,1% de los efectivos).
22 February 2022
Aves acuáticas en el Delta del Ebro // Crédito: cincodias
El censo invernal de aves acuáticas en el delta del Ebro ha contabilizado este año 317.425 ejemplares de 96 especies, una cifra calificada de “máximo histórico” por el director del Parque Natural, Francesc Vidal, y el coordinador del censo, Toni Curcó, que hoy han presentado los datos.
Sin embargo, el secado invernal de los arrozales implementado como medida de lucha contra el caracol manzana ha comportado la pérdida de hábitats para una serie de especies.
Censo invernal de aves acuáticas
En este sentido, los datos obtenidos a partir de los censos invernales de aves acuáticas en el delta del Ebro proporcionan un buen indicador sobre la pérdida de la capacidad de acogida que ha sufrido como zona húmeda, indican desde el Parque Natural.
El grupo más numeroso de aves recontadas son los anátidos (181.333 ejemplares, 57,1% de los efectivos), representado sobre todo por el ánade real Anas platyrhynchos (105.157 ejemplares), y el cuchara común Spatula clypeata y la cerceta común (Anas crecca), ambos con valores bastante similares (29.889 y 29.740 ejemplares, respectivamente).
En su conjunto, este grupo ha mostrado un valor muy superior (+51%) en comparación con la media del período de referencia (2005–2010), momento en el que la inundación invernal de los arrozales era máxima.
Buena parte de las especies han mostrado incrementos bastante notables, superiores al 20%, destacando el valor excepcionalmente alto del ánade real (+84%).
La focha común, por su parte, con 18.621 ejemplares, ha presentado un valor bastante bajo (-34%), muy alejado de las 30.000–40.000 fochas que se recontaron entre 2010 y 2017.
Aunque este año se ha alcanzado un máximo histórico de población en general, la diferencia entre los valores globales (incluyendo todas las especies) de los dos períodos con distinto nivel de inundación es muy pequeña (+4%), dato que induciría a pensar, según los responsables de los censos, que los cambios han sido poco significativos.
Sin embargo, las diferencias son bastante evidentes si se consideran separadamente los valores de aquellas especies que emplean los arrozales inundados como hábitat casi exclusivo de invernada de los de las que eligen preferentemente hábitats naturales.
Así, pájaros como el tarro blanco Tadorna tadorna, el flamenco común Phoenicopterus roseus, el correlimos común Calidris alpina o la Recurvirostra avosetta, especies altamente dependientes de humedales salobres o salinos, siguen experimentando crecimientos muy significativos (+21-133%).
Por el contrario, aquellas especies que hacen un mayor uso de los arrozales inundados como zonas de alimentación han sufrido bajadas rápidas de gran magnitud, como la garcilla bueyera Bubulcus ibis, el garceta común Egretta garzetta, el chorlito dorado común Pluvialis apricaria y la avefría europea Vanellus vanellus.