Reportajes
El atardecer más espectacular en los Caños de Meca y el Faro de Trafalgar
Desde el entorno de Barbate a Caños de Meca y tierra adentro hasta Vejer de la Frontera se extiende el Parque Natural de la Breña y Marismas del Barbate.
No es un destino nuevo para nuestros ecoturistas, sino que lleva siendo uno de los grandes focos turísticos del litoral gaditano desde hace décadas. En sus inicios cuando se hablaba de esta zona inmediatamente pensábamos en hippies o personas bohemias que se refugiaban en este rincón de Cádiz buscando una libertad que no encontraban en otros lugares.
Los años sesenta ahora se perciben muy lejanos pero el tipo de viajero que acude sigue buscando unos valores muy parecidos. Allí cubren sus anhelos de naturaleza, contacto directo con el mar, comida saludable, atardeceres inolvidables y, sobre todo, la posibilidad de bajar las revoluciones de su vida diaria. ¿Todavía no te imaginas de que zona estamos hablando? Efectivamente, hablamos de Los Caños de Meca.
Atardecer en Faro de TrafalgarPero si hay algo que realmente llama la atención de esta zona tan respetuosa, sana y natural, además de ser una zona super #petfriendly dado que sobre todo los perros son participes del disfrute de sus calas, aguas y dunas, también coexisten con gatos e incluso camaleones, es sin lugar a dudas el gran Faro de Trafalgar y sus atardeceres espectaculares.
Playa de la pequeña Lulú en los Caños de MecaConstruido en 1860, el Faro de Trafalgar, con sus 34 metros de altura (51 sobre el nivel del mar), es uno de los edificios más singulares del litoral gaditano y andaluz. Se alza sobre el Tómbolo de Trafalgar, patrimonio geológico andaluz y testigo privilegiado de algunas de las páginas más importantes y trágicas de la historia de España. Se encuentra en un entorno bañado de dunas de color dorado, grandes playas y una vegetación que a veces llega hasta la arena.
Pero, pongámonos en situaciónEn 1805 (hace apenas 200 años), tuvo lugar una de las batallas más conocidas y sangrientas de la Historia. Se enfrentaron los buques franceses y españoles contra la flota británica del almirante Nelson (quien se llevó la victoria en unas 6 horas, aunque falleció a causa de un disparo esa misma tarde). Durante esta batalla, 60 navíos se “cañonearon”, chocaron y algunos se sumergieron para siempre en el fondo del océano frente a la costa gaditana. Con más de 5.000 muertos y 4.000 heridos se puso punto y final al esplendor naval español.
Hoy es posible bucear y maravillarse con los restos de los navíos de la época (durante la batalla, la flota franco-española perdió 23 de sus 33 navíos). En el año 2010, aparecía en la prensa española el hallazgo del botón 79, procedente de un uniforme francés del siglo XIX, capaz de localizar la ubicación exacta de los restos del Fougueux, un navío francés que se hundió con medio millar de soldados durante la batalla de Trafalgar.
En 1860, apenas medio siglo después de la famosa contienda, se erigió el faro de Trafalgar en un lugar lleno de historia. Mucho antes de la contienda, los piratas de origen bereber ya habían asaltado la zona, y Felipe II, para poder defenderse había construido una torre de vigilancia (cuyos restos arqueológicos permanecen allí). Si bien, no fueron los primeros porque los romanos, mucho antes, ya habían establecido una factoría de salazones y viveros para peces. Quién sabe qué más esconde el cabo de Trafalgar.
Naturaleza en estado puro Parque natural la Breña y marismas de Babarte // Crédito: cabilaAdemás de historia esta zona completamente virgen y natural se sitúa desde el entorno de Barbate a Caños de Meca y tierra adentro hasta Vejer de la Frontera se extiende uno de los parques naturales menos extensos de Andalucía con unas 5.000 hectáreas, el Parque Natural de la Breña y Marismas del Barbate. En él se distinguen hasta cinco ecosistemas diferentes: marino, acantilado, pinar, marismas y sistemas dunares.
Tiene una superficie de 3.797km2 y se asienta sobre un relieve costero tabular con un frente situado en la parte media de esta zona. Incluye diferentes ambientes naturales de gran riqueza paisajística y ecológica. Destacan como ecosistemas principales del parque, los bosques de pino piñonero que se extienden desde el interior, en el límite de la campiña, hasta el borde de la costa.
La línea litoral está representada por los acantilados y las playas, y se prolonga mar adentro a lo largo y ancho de la plataforma continental que comprende los fondos marinos de tipo arenoso y los arrecifes.
Acantilado de Barbate Acantilado de Barbate // Crédito: diariodecadizPrecisamente dentro del Parque Natural La Breña y Marismas del Barbate se encuentra el gran acantilado de Barbate que es todo un símbolo de la fuerza de la naturaleza. Se trata de una masa imponente de piedra, fruto de procesos geológicos sobre un gran sistema de dunas, que alcanza su plenitud junto a la Torre del Tajo para ir descendiendo hacia Barbate. En el Acantilado de Barbate, existe una ruta lineal de senderismo, de unos 13 kilómetros, que se tarda en hacer unas 3 horas y media, y que transcurre por la playa del Castillejo, Punta del Tajo, Punta Paloma, Torre del Tajo (del siglo XVI) y la Fuente de la Hierbabuena.
Otro punto de interés de esta relajada e increíble zona son el Palomar de la Breña: Palomar de la Breña // Crédito: andalucialiveTambién en pleno Parque Natural de la Breña y Marismas del Barbate se sitúa una construcción inusual y muy poco conocida, se trata del Palomar de la Breña. Se encuentra muy cerca de Caños de Meca por lo que es una excursión muy interesante. Pero ¿Qué es el Palomar de la Breña? Es una construcción del siglo XVIII sin techo y con muros de 11 metros de alto. Tiene más de 7.000 agujeros en la pared que son los nidos donde vivían las palomas y sus pichones. La finalidad de este palomar era abastecer de carne a los barcos que partían rumbo a América. Los excrementos también eran aprovechados como fertilizante y contribuían a la producción de salitre con el que se fabricaba la pólvora.
Si lo que buscas es paz y tranquilidad y un ambiente respetuoso y sano, Los Caños de Meca es el lugar idóneo para desconectar y disfrutar de un ambiente enganchador con puestas de sol inimaginables, playas de arena kilométricas, calas de ensueño, acantilados y sobre todo mucha naturaleza.