Reportajes

Celebra san San Valentín regalando experiencias más eco y naturales

Desde las grandes capitales, hasta los parques y reservas más espectaculares, en San Valentín, les invitamos a regalar momentos más 'eco' y ‘naturales’.

Sin lugar a dudas San Valentín es una fecha clave para los enamorados. Aquellos que Cupido llamó a su puerta y pueden disfrutar de un amor sano, cómplice y natural están de celebración. Pero los verdaderos amantes no esperan a celebrar su día, sino que su vida es una continua celebración.  

El consumismo hizo mella en este día repleto de amor, un amor demostrado con un detalle, un ramo de rosas, una velada romántica o una poesía que se transformó, en un perfume, unos diamantes o un nuevo móvil, pero para los Ecoturistas reales y en este caso que estén enamorados queremos proponerles que regalar naturaleza o sitios con encanto puede ser uno de los regalos más especiales, regalar tiempo es la esencia y al final lo que las personas recordamos son los momentos, por lo que en el post de hoy, os dejamos los lugares más románticos de España donde grabar momentos únicos.  

En primer lugar, y con la pandemia como principal aliciente, queremos proponeros que no hace falta grandes salidas para encontrar pequeños recovecos en las grandes urbes de España. Por lo que nos desplazamos hasta Granada. Si en Granada hay un sitio para el amor a la hora en que se marcha el sol, ese es el Mirador de San Nicolás. En lo alto del Albaicín, a más de 700 metros sobre el nivel del mar, se sostiene este gran balcón de piedra que regala una inmensa panorámica de la siempre bella Alhambra. Cualquier pareja que suba hasta aquí tendrá el honor de capturar ese momento con uno de los edificios más emblemáticos de Andalucía como testigo, un enorme complejo de sabor morisco que es Patrimonio de la Humanidad desde 1984.

Naturaleza y belleza desde el Mirador de San Nicolás. Crédito: Granada Turismo

De Granada a Sevilla. No hay nada más improvisado que perderse por las empedradas calles que configuran la antigua Judería de Sevilla. Con toda seguridad, al doblar la esquina menos pensada acabarás dando con ese lugar en el que tener un momento especial. Si no tienes tiempo que perder, búscalo directamente en la Placita de la Santa Cruz, un coqueto ágora ajardinado que late al pulso del tablao flamenco que se ubica en su interior. Igual de romántico que caminar por el paseo del Puente de Triana, donde se ve asomarse, muy bonita, la Torre del Oro en el Guadalquivir. 

Nos desplazamos hasta Teruel, donde cuenta la leyenda que la historia de amor entre Isabel de Segura y Juan Diego Martínez de Marcilla fue una de las más tristes de la historia de España. Sin embargo, la ciudad que le sirvió de escenario es alegre, discreta y bien hermosa. Disfruta caminado de la mano por las bonitas calles por las que no pudieron pasear su amor los amantes de Teruel. Arquitectura mudéjar, una sabrosa gastronomía y una infinita tranquilidad, hacen de la capital de provincia menos poblada del país un lugar perfecto para olvidarse del mundo.

Romántica vista nocturna de Albarracín en Teruel Lo más natural de las urbes 

¿Qué se puede decir que no se haya dicho ya de este parque de colores que atesora Barcelona? El Park Güell es sin duda un lugar donde olvidar que estás en una de las ciudades más importantes de España. Disfruta de la peculiar interpretación de la naturaleza que en él hizo el arquitecto Antoni Gaudí, máximo representante del modernismo catalán. Eso sí, no olvides pedir permiso a su dragón antes de subir a disfrutar del paisaje urbano desde el mirador de su plaza, sin duda alguna uno de los lugares de la ciudad que más turistas ha enamorado y una de las mejores escapadas de San Valentín en España.

Park Güell un pedacito de naturaleza en pleno corazón de Barcelona. Crédito: Barcelona Turismo

Un pedacito de antiguo Egipto que fue salvado de las aguas de la presa de Asuán. Esa es la historia de uno de los monumentos más originales de Madrid, El Templo de Debod, un escenario casi de película que gusta mucho a los amantes, especialmente a última hora del día. Las simétricas piedras traídas de Nubia se reflejan entonces en el pequeño lago que las protege de los pasos extranjeros. Así se crea un espejo casi mágico en el que el cielo, las nubes y la vieja arquitectura de ecos faraónicos se vienen a mirar. No solo es el Templo sino también el gran Parque de Oeste que lo acoge, pasear por él y descubrir la gran Rosaleda de Madrid con más 32.000 m² de extensión de rosas.  

Casi con toda seguridad, desde el Mirador del Cerro del Socorro se tiene la mejor vista de la ciudad de Cuenca. Su impresionante casco histórico encaramado a la montaña es difícil de olvidar. El puente de San Pablo, las Casas Colgadas, el Parador… Y las enormes explanadas que lo rodean todo. Está orientado hacia el oeste, así que resulta un sitio indicado para ver atardecer primero, y encenderse la ciudad después. Si queréis aseguraos de tener la estampa solo para vosotros, salid un poco a la montaña. Tendréis Cuenca casi a vuestros pies.

De día, los Lagos de Covadonga son uno de los sitios más turísticos de Asturias. De noche, un salvaje enclave de los Picos de Europa. Es entonces cuando se convierte en una de las mejores escapadas de San Valentín en España. Con el tiempo adecuado y un poco de paciencia, en su cielo podrás disfrutar del espectáculo de luz más bello que hayas visto jamás. Y es que, cuando se disipa la bruma que flota sobre el Enol y el Ercina, aparecen ellas, las estrellas, que se antojan guardianas de una definida Vía Láctea.

Lagos de Covadonga un entorno romántico y natural. Crédito: Turismo de Asturias

Entre las localidades de Deba y Zumaia, encontrarás los impresionantes acantilados del Flysch. Entre ellos podéis localizar la ermita de San Telmo, una pequeña iglesia situada al borde de uno de estos acantilados. El Flysch es una curiosa formación geológica en la que se intercalan materiales blandos con materiales duros, formando así unas enormes paredes rayadas que durante el verano vigilan el atardecer de la costa guipuzcoana. Bello atardecer de fondo para formación milenaria, más romántico y mueres de amor.  

Y como de mar va el asunto cerramos este post con el mar en calma. Cualquier punto entre Ibiza y Formentera al atardecer puede ser uno de los lugares más románticos de España. Date un capricho y navega mientras se esconde el sol entre rojos, naranjas y amarillos, hasta que las estrellas cubran por completo tus velas. Ese horizonte será difícil de olvidar, convirtiendo al lugar en una de las mejores escapadas de San Valentín.