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Canal de Navarrés, gran afluencia en sus espacios naturales
Las piscinas naturales, el Palacio de Anna o el camping municipal han sido los atractivos con más afluencia en esta comarca de Valencia, Canal de Navarrés.
Uno de los sectores más castigados en 2020 por la pandemia ha sido el del turismo, con pérdidas de hasta el 70%, incluso en la temporada de verano. Pero dentro de este desolador panorama, el turismo rural de interior en la comarca de la Canal de Navarrés ha vivido un buen año a pesar de la crisis.
Desde Canal Territorio Turístico hablan de un 30% más de visitantes en la zona. “Ha sido un año bueno porque la gente buscaba espacios naturales, para huir de las aglomeraciones y de las restricciones”, explica Nacho, agente de turismo de esta comarca de interior.
A la excepción obvia de los meses del estado de alarma que, coincidieron con fechas festivas muy importante desde el punto de vista del turismo, asegura que “toda la temporada ha sido de lleno absoluto, desde junio y hasta octubre y durante los puentes en noviembre y diciembre”. Hasta la zona se ha acercado gente de toda España, principalmente de Madrid, Castilla la Mancha, Extremadura y del norte y tras el cierre perimetral de la Comunidad principalmente los visitantes han sido de Valencia.
De hecho, este éxito provocó problemas durante los meses de verano como consecuencia de la masificación de gente que acudían a las piscinas naturales que obligaron a los ayuntamientos a tener que tomar para controlar aforos.
Dato también destacado del turismo de este año en la Canal de Navarrés es el incremento de los visitantes en autocaravanoa y de campistas. “En el palacio de Anna, en el lago, el camping municipal se decidió no abrir por las medidas antiCovid, pero finalmente se abrió porque había campistas que estacionaban en cualquier sitio y existía una gran demanda”.
Pero este incremento de visitantes no cesó tras el verano. En el segundo semestre del año, las empresas de turismo activo, han tenido mucha actividad y en otoño e invierno se están desarrollando muchas rutas y visitas culturales, durante todos los fines de semana.
Uno de los picos más alto de turismo ha sido entre los puentes de octubre y diciembre, porque mucha gente que se quedó sin poder visitar, por ejemplo, el Palacio de Anna, por las restricciones y aforos, los ha ido pasando a los siguientes fines de semana. "También el cierre perimetral de la comunidad ha hecho que la gente, al no poder salir, se ha movido mucho por esta comarca", subraya el técnico.
Otro de los destinos turísticos del interior de la provincia de Valencia por excelencia, Bocairent, en la Vall d"Albaida, no se ha producido crecimiento, como lo certifican las cifras de visitantes, con menos de la mitad con respecto a 2019, unos 16.000 turistas a falta de contabilizar diciembre, frente a los 40.187 del año anterior.