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Nace en Villarrín de Campos la Asociación de Coliving y Coworking
Este pueblo de Zamora acogerá a la nueva entidad de Coliving y Coworking que ayudará a crear más empresas de este tipo para revitalizar el mundo rural.
La localidad de Villarrín de Campos, en el corazón de la meseta central, ha sido el lugar elegido para la fundación de la Asociación Nacional de Coliving y Coworking, que pretende unir a las distintas asociaciones territoriales y establecimientos de este tipo que surgen repartidos por la geografía española para promover este tipo de turismo en auge, que pretende atraer a profesionales de distintos sectores que teletrabajan y se mueven por el mundo sin un domicilio fijo, para que compartan no solo un espacio donde convivir, sino también donde desarrollar sus carreras por una temporada y puedan crear sinergias entre profesionales de distintos ámbitos.
Patricia García Gómez, propietaria de una casa rural abierta al “coliving” y al “coworking”, con aulas y biblioteca, es la primera presidenta de esta asociación nacional. Ella fue quien fundó el primer espacio de este tipo en Castilla y León, así como la asociación regional de Coliving y Coworking.
En la junta directiva también están como vicepresidenta Elena Totorica Val, propietaria del hotel Doña Mayor, en Frómista (Palencia); como secretario Juan Bernardo Alonso Martín, gerente de Adriss, el Grupo de Acción Local del sureste de la provincia de Salamanca, que ha promovido la habilitación de espacios de “coworking” en muchos pueblos de su ámbito territorial, como Linares, Béjar o San Esteban de la Sierra, entre otros. El tesorero es Juan Bernardo Ciudad, representante del “coworking” Calle Babel, de Béjar.
Los cuatro fundadores proceden del medio rural porque el teletrabajo permite que cada vez más profesionales no estén sujetos a una oficina física en una ciudad, sino que pueden desarrollar su trabajo desde cualquier punto del mundo que tenga una conexión a internet, incluidos los pueblos, como se demostró durante el confinamiento de la pasada primavera.
Esto abre la posibilidad en zonas despobladas como las de Zamora, Palencia o Salamanca, no solo de evitar la emigración de jóvenes cualificados, sino la de atraer a nuevas personas que busquen una vida más tranquila en el campo sin renunciar a sus carreras profesionales, desestacionalizando el turismo rural que, de otra forma, está muy vinculado al verano, la Semana Santa y los fines de semana de otoño y primavera.
Entre los fines más importantes de esta asociación están promover más espacios de “coliving” y “coworking” en establecimientos turísticos para mejorar la sostenibilidad económica de los mismos y poner en valor su contribución al desarrollo de la economía rural, contribuyendo a la repoblación rural gracias a las oportunidades de vivienda y trabajo que se crean; dar a conocer el “coliving” y el “coworking” en toda la nación; apoyar el sector turístico y a los socios; y ofrecer servicios de consultoría para administrar establecimientos de turismo en todas sus modalidades y enfocarlos al “coliving”.
En este sentido, también favorecerán las redes de comunicación y colaboración entre instituciones públicas y privadas con el fin de dinamizar, promover y potenciar los modelos de “coliving” y “coworking”, fomentando el desarrollo rural para combatir la despoblación y cumpliendo con los objetivos de desarrollo sostenible. Como forman parte del sector turístico, también se comprometen a preservar, conservar, revitalizar y poner en valor el patrimonio cultural, natural y gastronómico como motor para el desarrollo económico.