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Eder, un consorcio navarro, invierte en el ecoturismo fluvial del Ebro
Observatorio de aves, nuevos embarcaderos y rutas para senderismo o una red de cicloturismo son algunos de los proyectos que Eder está implantando a orillas del Ebro.
El río Ebro, río más largo de España y segundo más largo de la península ibérica tras el Duero, posee un gran potencial turístico que aún está por explotar, así lo piensan en la comunidad Foral de Navarra. Su cauce, amplio, pausado y verdoso, entra en la Ribera por Milagro y serpentea durante 45 kilómetros hasta dejar Navarra en Cortes, no sin antes nutrir las huertas y sotos que se extienden junto a su orilla.
Sergio Villava, gerente del Consorcio EDER, considera que “siempre se puede mejorar un recurso natural tan potente como es el Ebro, a través de recursos como el ecoturismo fluvial o tener un verdadero corredor verde mejor acondicionado”. Así, “el marketing para atraer a turistas es mucho más fácil”, apunta en declaraciones recogidas por el Diario de Navarra.
Para ello, desde el Consorcio están llevando a cabo el plan ‘Ribera de Navarra, paraíso del ecoturismo’, entre los proyectos presentados a la Dirección General de Turismo para desarrollarlo con los fondos de recuperación europeos ‘Next Generation’.
Una iniciativa ya puesta en marcha son los observatorios de aves. Tres están en el Ebro, en concreto en el soto de los Tetones en Tudela, la playa-soto de Buñuel, al sur de su casco urbano, y el soto de Azagra. A ellos se suma uno más en la balsa del Pulguer, entre Cascante y Tudela.
La iniciativa supuso una inversión de 138.644 euros, financiada desde el Programa de Desarrollo Rural de Navarra con fondos Feder de la UE (65%) y del Gobierno foral (35%).
En lo que se refiere al turismo fluvial, se han previsto actuaciones para continuar el proyecto iniciado con la adecuación de otras zonas interpretativas en las márgenes fluviales de los ríos Arga, Aragón y Ebro, así como la puesta en valor de los itinerarios fluviales.
En cuanto a la construcción de embarcaderos, el proyecto está aprobado, pero están a la espera de permisos de la Confederación Hidrográfica del Ebro y ayuntamientos de municipios implicados. La idea es que esté finalizado para este otoño.
La previsión es habilitar un embarcadero fijo de hormigón en Peralta o Funes, sin afectar a la imagen ni el entorno del río. Los otros dos consisten en playas fluviales que se van a adecuar y que probablemente estarán en Milagro y Villafranca.
En materia de senderismo, se apuesta por la puesta en valor de los grandes recorridos como el GR 99-Camino Natural del Ebro o las importantes rutas de peregrinaje como el Camino Ignaciano y el Camino de la Vera Cruz para dotar a la Ribera de una red de Senderos aptos para todo tipo de usuarios. “Como complemento al senderismo, nos hemos alineado con el Gobierno de Navarra para apostar por el cicloturismo con una red de itinerarios ciclistas bien definidos”, indica Villava.
Asimismo, en el proyecto presentado se han planteado otras actuaciones que permiten la interpretación del entorno en base a la Red de Senderos, como, por ejemplo, el embellecimiento de puntos de observación de aves existentes, así como la creación de nuevas infraestructuras y la certificación de la Ribera como destino Starlight, con dotaciones que permitan la interpretación del cielo estrellado.
En este tramo hay 12 lugares denominados como espacios protegidos: son los sotos del Ramalete, la Remonta, el Quebrado, el Ramillo, la Mejana, Murillo de las Limas, Traslapuente, Mejana de Santa Isabel, Alto, Giraldelli, Mora y los Tetones. Todos ellos se ubican en los términos municipales de Valtierra, Castejón, Arguedas, Tudela, Cabanillas, Fontellas, Ribaforada, Fustiñana, Buñuel y Cortes.