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España es el tercer país europeo con mayor deforestación tropical
Según un informe de WWF, la Unión Europea es el segundo mayor importador de deforestación en 2017 después de China, situando España tercera en el ranking.
España es el tercer país de la Unión Europea (UE) que más contribuye a la deforestación tropical a través del comercio internacional, tras Alemania e Italia, según un informe de WWF.
El documento ‘Incrementando el ritmo: El impacto continuo del consumo de la UE en la naturaleza’, se basa en información recopilada por el Instituto de Medio Ambiente de Estocolmo (SEI), que señala a la Unión Europea como “segundo mayor importador de deforestación” en 2017, después de China.
Según sus datos, los países de la UE son responsables del 16 % de esta deforestación debido al comercio internacional, que dañó 203.000 hectáreas de bosques, pastizales y humedales en distintas zonas de la Tierra, además de generar 116 millones de toneladas de CO2.
Alemania, Italia, España, Reino Unido, Países Bajos, Francia, Bélgica y Polonia fueron, en 2017, los responsables del 80 % de la deforestación provocada por Europa y, en el caso de España, se le achaca el daño a 32.900 hectáreas.
La importación de productos como la soja, el aceite de palma y la carne de vacuno fueron, según este documento, los causantes del mayor daño a los ecosistemas entre los años 2005 y 2017, seguidos de otros materiales como la madera, el cacao y el café.
La situación se ha deteriorado en algunas zonas de forma que, según señala WWF, existen “puntos críticos de deforestación” como los de la región de El Cerrado en Brasil o la de El Chaco en Argentina y Paraguay.
El director de conservación de WWF España, Enrique Segovia, ha aprovechado para advertir de que problemas como la deforestación y la reconversión de ecosistemas “están alimentando la crisis climática y de biodiversidad”.
Por ello, desde la organización ecologista han reclamado a la Comisión Europea que utilice este informe para presentar una propuesta legislativa que “permita abordar urgentemente la huella de la UE en los bosques y otros ecosistemas”.