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La histórica migración de Ibis Eremitas llega a su meta en Cádiz
La bandada de 35 Ibis Eremitas que, siguiendo desde Austria a dos ultraligeros, han recuperado una ruta migratoria que no se realizaba desde hace cuatro siglos.
La bandada de 35 Ibis Eremitas que, siguiendo desde Austria los ultraligeros en los que viajan sus dos “madres” humanas adoptivas, han recuperado una ruta migratoria que no se realizaba desde hace cuatro siglos, ha arribado ya a su meta, Cádiz, a pesar de que el viento de Levante ha trastocado sus etapas finales.
Debido a este viento, que ya llevaba varios días afectando los planes del viaje, los Ibis, una especie que estuvo al borde de la extinción, y sus “madres adoptivas” tuvieron que hacer un aterrizaje de emergencia a 20 kilómetros de Villamartín, un pueblo en la sierra de Cádiz.
Desde allí, ante las previsiones de que el Levante continuara las siguientes jornadas, la comitiva que ha organizado este viaje para que los Ibis Eremitas aprendan esta ruta migratoria decidió llegar a la meta por tierra, en vehículos que transportan aviarios desmontables. Así, la bandada llegó a una finca de San Ambrosio, una pedanía de Barbate. Allí estarán una o dos semanas en un aviario de aclimatación, hasta que esta bandada nacida en Austria pueda empezar a volar en Cádiz.
Ruta de 2.200 kilómetrosLa bandada que ha hecho esta ruta migratoria está criada por Waldrappteam, una organización austriaca que lleva veinte años trabajando por la recuperación de esta especie que se había extinguido de Europa hacia cuatro siglos.
La ruta de 2.200 kilómetros que este año han hecho, desde el pasado 21 de agosto, cuando partieron, siguiendo los dos ultraligeros en los que viajan, con sus respectivos pilotos, Helena Wehner y Barbara SteiningerLos Ibis Eremitas que conocerán en Cádiz serán algunos de los 240 individuos que viven libres en la comarca de La Janda, gracias a un programa de recuperación de la especie que lleva a cabo desde 2004 el Zoobotánico de Jerez, con el apoyo de la Junta de Andalucía.
Waldrappteam llevaba 15 años enseñando a los Ibis que criaban a migrar desde Austria hasta la Toscana, donde pasaban los inviernos. Pero el cambio climático, que retrasa la llegada del invierno y la salida de las migraciones, ha dificultado su paso por los Alpes. Ello hizo que el año pasado “Ingrid”, una Ibis Eremita, se perdiera en el viaje y por su cuenta descubriera una ruta hacia España.
Es la ruta de 2.200 kilómetros que este año han hecho, desde el pasado 21 de agosto, cuando partieron, siguiendo los dos ultraligeros en los que viajan, con sus respectivos pilotos, Helena Wehner y Barbara Steininger.
Son las dos mujeres a las que los pájaros siguen con devoción porque las consideran sus madres, ya que fueron lo primero que vieron al nacer y han sido quienes les han alimentado y cuidado hasta que ahora, a los seis meses, se despedirán de ellas para emprender vuelo en libertad.
Los gestores de los dos únicos programas europeos de recuperación de Ibis Eremitas están ahora expectantes por saber si, tras pasar en Cádiz el invierno, regresan a Austria, un viaje que ya han aprendido al haberlo hecho una vez, o si deciden quedarse con su nueva familia del sur de Europa que, por las condiciones climáticas, no necesitan migrar.