Latinoamérica

¿Por qué es importante conservar la biodiversidad en Colombia?

El Sistema de Parques Nacionales Naturales (SPNN), que incluye alrededor de 60 áreas protegidas representa el 11 por ciento de la superficie nacional.

Latinoamérica es la cuna del ecoturismo y es que cuando se trata de diversidad biológica y cultural, muchos países latinoamericanos se nos vienen a la cabeza, pero hoy vamos a hablar de Colombia que es uno de los países más ricos a lo largo y ancho del mundo. 

Esta riqueza natural se encuentra principalmente representada en el famoso Sistema de Parques Nacionales Naturales (SPNN), que incluye alrededor de 60 áreas protegidas. En números, hablamos de más de 22 millones de hectáreas que representan el 11 por ciento de la superficie nacional, de acuerdo con la agencia de gobierno encargada de su administración. 

Los Parques Nacionales Naturales cumplen funciones de abastecimiento al albergar una amplia diversidad “genética, biológica y de recursos renovables”. Su protección implica la conservación de especies en peligro de extinción, al igual que una gran variedad de flora y fauna, y algunos espacios que han estado alejados de la modificación humana. 

A la lista de beneficios se suma la provisión de agua dulce para el consumo y las actividades productivas, el suministro de materias primas y, a su vez, el aprovisionamiento de alimentos. 

Caño Cristales en La Macarena, Colombia

En el ámbito cultural, tampoco se quedan atrás. En estas áreas protegidas, las personas pueden obtener recreación, esparcimiento y, además, un espacio de investigación y aprendizaje excepcional. Al ser territorios protegidos por el Estado, resultan espacios ideales para explorar, conocer y descubrir zonas con altos valores biológicos. 

Un informe de Parques Cómo Vamos, una iniciativa civil que reconoce la importancia de la biodiversidad colombiana señala que los Parques Nacionales Naturales cumplen un papel indispensable en la regulación de los caudales hídricos. 

Sin embargo, no es la única ventaja que traen consigo: previenen y mitigan los efectos del cambio climático, pueden anticipar desastres naturales, proteger las cuencas y suelos, crear y mantener hábitats, controlar las plagas y enfermedades, regular la acidificación de los océanos y, entre otras cosas, contribuir a la polinización y dispersión de semilla. 

Se trata de ecosistemas que cuentan con biodiversidad y procesos ecológicos únicos, pero también con contribuciones sociales y económicas que van más allá de su jurisdicción. 

Una guía de 2022, por ejemplo, señala que alrededor de 30 Parques Nacionales Naturales traslapan con territorios étnicos. De esa cifra, 22 lo hacen con resguardos indígenas y siete con comunidades afrodescendientes. Si a esto se suma la presencia de campesinos y otro tipo de población, el reto consiste en encontrar un equilibrio entre “la conservación y los derechos de quienes habitan en los parques”, explica la iniciativa civil mencionada anteriormente.